Hace un tiempo me planteé escribir una serie de posts sobre cómo diseñar una visita guiada. Al final, por una cosa o por otra, siempre lo iba posponiendo y considero que es el momento de recuperarlo. Antes de empezar, debo decir que establecer el punto de encuentro para la realización de una visita guiada no es ni de lejos lo primero que tiene que hacer uno cuando se dispone a diseñar una ruta. Sin embargo, me parece un punto realmente importante y considero que no se le suele otorgar la importancia que merece. Pues vaya para ello este primer post.
A priori, puede resultar un proceso sencillo, pero hay que tener una serie de cuestiones en cuenta. Previamente tenemos que tener una idea general de los puntos de interés que vamos a incluir en nuestra visita. Personalmente, siempre me gusta trabajar con un mapa, aunque sea una mísera fotocopia, y marcar claramente los puntos que considero lo suficientemente relevantes para que el guía se pare a dar una explicación.
No hace falta que el diseño de la visita esté muy avanzado, ya definiremos los puntos definitivos después. De hecho, el punto de encuentro se puede convertir en una variable más para definir esos puntos de interés.
A veces es sencillo establecer el punto de encuentro porque la visita guiada comienza desde el centro de recepción de visitantes o la oficina de turismo. Sin embargo, en otras ocasiones, no existe ningún soporte “oficial” de este tipo: es aquí cuando tenemos que rascarnos la cabeza ;P
Cuando diseñamos las visitas guiadas que íbamos a realizar con Turiguías (mi antigua empresa), uno de los problemas principales fue decidir el punto de encuentro. Las visitas se realizaban (y se siguen realizando) en la calle y no podíamos poner ningún soporte físico sin permiso del ayuntamiento.
Para este tipo de situaciones, el punto de encuentro debe ser un lugar claro y conciso, muy específico, sitio que el potencial visitante pueda identificar claramente. Al principio optamos por una plaza en la que el guía estaba 10 minutos antes de la visita guiada con un cartel plastificado donde indicaba el comienzo de la misma. El problema radicaba en que si el guía se retrasaba por cualquier motivo, los participantes se ponían nerviosos y la visita empezaba con mal pie, que es lo que suele ocurrir cuando el punto de encuentro no es fácilmente identificable.
Éste debe establecerse preferiblemente en un lugar amplio, donde la gente se encuentre a gusto. Es recomendable que todos puedan ver e identificar al guía y, sobre todo, que puedan oírle claramente, una buena acústica es fundamental. Generalmente es el lugar donde se debe realizar una introducción, una presentación de lo que será la visita guiada. Además, siempre es mejor que se trate de un lugar que no distraiga la atención, que la atención se centre exclusivamente en el guía. Si es en la calle sobra decir que el lugar sea seguro!!
El punto de encuentro siempre, siempre, siempre debe estar señalizado, aunque sea con un simple tótem, si es en un museo o equipamiento cultural más si cabe. Las respuestas como “esperen ustedes por el atrio, que el guía estará en seguida…” no me gustan nada, el personal encargado debe orientar al visitante a un punto concreto.
Si la visita se realiza con servicio de radioguía, el guía debería recoger al grupo en el mismo punto donde se distribuyen estos aparatos, para que si hay algún problema éste pueda ser cambiado antes de comenzar la visita. Y, por cierto, si hay un banco cerca para sentarse a esperar mejor que mejor.
Algunos ejemplos de puntos de encuentro son:
- En la mayoría de las ciudades las visitas comienzan en la puerta de la Oficina de Información Turística (las visitas guiadas oficiales)
- En la Torre de Londres existe un cartel que identifica dónde comienza la visita guiada y la hora de la próxima. Rudimentario pero efectivo.
- London walks: tienen el abanico más amplio de visitas guiadas que he visto en mi vida y los puntos de encuentro se establecen en ciertas salidas de las bocas de metro. No hay cartel ni indicación pero el guía siempre está antes de que comience la visita. Podéis consultar la oferta de visitas guiadas aquí.
- Turiguías Alicante establece los puntos de encuentro en la calle.
- Algunas empresas empiezan las visitas desde su propia tienda, como es el caso de Toronto.
- Cicerone Granada cuenta con un kiosko de atención al público que es a su vez el punto de encuentro para las visitas guiadas.
En conclusión, podríamos decir que, en realidad, se puede establecer cualquier punto de encuentro, siempre que la decisión esté justificada y siga una lógica coherente. Una vez que tengamos claramente definidos los puntos clave de la visita deberemos corroborar que se trata de un buen punto de encuentro y proceder a señalizarlo. Si seguimos algunas de las indicaciones citadas anteriormente tendremos menos posibilidades de equivocarnos y evitaremos tener que redefinirlo con los posibles cambios que esto pueda suponer para la visita guiada.