He titulado así el post porque el título era más corto pero podría haber sido: ¿es un historiador del arte un buen guía turístico? ¿Es un humanista un buen guía turístico? Además, no se trata de una afirmación, sino de una pregunta abierta al debate.
Yo voy a plantear algunas de mis razones por las cuales creo que el simple hecho de ser arqueólogo, historiador del arte, tener la carrera de Historia, Humanidades… (y que me perdonen todos aquellos profesionales que se dedican a ello) no te convierte en guía ni turístico ni cultural. Y quiero que conste que me he planteado este post al margen de si estas carreras son necesarias para obtener la habilitación de guía de turismo.
A raíz de este post publicado por @sabope, donde precisamente se cuestionaba la necesidad de las pruebas de dicha habilitación, y por lo que he podido extraer de algunos comentarios de dicho post, tuits publicados al respecto… el hecho de ser una persona con la carrera de Historia, Historia del Arte o Humanidades en teoría te convierte en una persona “más preparada” para ser un guía de turismo.
A su favor debo decir que sí, que es cierto que el hecho de haber estudiado estas carreras juega un punto muy a favor del profesional que quiere dedicarse al guiaje cultural. Pero también lo juegan otras carreras que estén orientadas al guiaje en entornos naturales o a la profesión de guía de naturaleza, como pueden ser las carreras de biología o ciencias naturales, o incluso arquitectura.
Además, pienso que nadie discute el hecho de que cuantos más conocimientos tenga un guía mejor podrá adaptarse éste a las necesidades de su público, sobre todo en lo que al enfoque de su discurso se refiere, y más recursos tendrá a su alcance para responder a las posibles preguntas que surjan a lo largo de la visita guiada.
Sin embargo, las visitas no son sólo conocimiento y esto suele jugar en contra de los guías que han estudiado carreras de letras. El público asistente no participa en las visitas guiadas para hacer un máster en historia o arte, que es en lo que se suelen convertir algunas visitas, participan para divertirse, la gente está empleando su tiempo de ocio en participar en esa actividad cultural concreta. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en visitas guiadas en las que se ha hecho referencia a cuadros que sólo el guía conoce?
Insisto, las visitas no son sólo conocimiento, tienen mucho de comunicación y de interpretación. Los conocimientos se pueden adquirir con el tiempo pero el guía tiene que ser un buen intérprete y un buen comunicador porque si no la visita no funcionará y no se establecerá ninguna conexión con los participantes. Pienso que, en este caso, la carrera de Turismo juega un papel muy importante porque está mucho más orientada a tratar con las personas, aspecto menos trabajado en las carreras de letras más puras.
Estas técnicas (las relativas a comunicación e interpretación) también pueden ser aprendidas, y de hecho, cada vez existen más cursos orientados a los guías que quieren desarrollarlas, precisamente para evitar la imagen que todos tenemos del guía “rollero”.
Por todo esto tengamos cuidado, no caigamos en la conclusión de que es mejor guía aquel que tiene más conocimientos. Es innegable que éstos resultan fundamentales pero por sí mismos no garantizan el éxito ni la calidad de la visita guiada.