En este post os voy a presentar una de las principales diferenciaciones que podemos encontrar en lo que se refiere al tipo de público que participa en una visita guiada: el público cautivo y el no cautivo. En general, la definición es bastante clara, el público cautivo es aquel que está donde no quiere estar y el no cautivo es aquel que está voluntariamente. Pero comencemos por el principio para ilustrar lo que os quiero transmitir.
Cuando hablamos de “visitas guiadas” solemos utilizar este término de manera general pero, en mi opinión, podemos encontrar varios tipos de visitas. Por un lado, por ejemplo, están aquellas que se realizan para grupos ya cerrados y, en segundo lugar, otro ejemplo, las que se realizan para grupos a los que se han ido uniendo una serie de personas individuamente, al que podemos denominar grupos abiertos.
En el primero de los casos, el grupo cerrado, podríamos decir que todas las personas que lo forman tienen algo en común: viajan juntos, pertenecen a una asociación concreta… Suelen llevar un guía exclusivamente para ellos, que se adapta a las necesidades del grupo. En el caso de los grupos abiertos las personas que participan no se conocen de nada, suelen ser parejas, individuales o familias que se han ido uniendo y se convierten en un grupo heterogéneo. Suelen inscribirse para las visitas organizadas para un día concreto a una hora establecida, tanto en la calle como en un equipamiento cultural.
Aunque aparentemente el grupo cerrado sea más homogéneo que el abierto, la experiencia me dice que en realidad suele ocurrir todo lo contrario. A las personas que individualmente han participado normalmente les une algo fundamental que no tiene por qué compartir el grupo cerrado: el interés absoluto por lo que se está visitando. Muchos de ellos se han tenido que preocupar de informarse del servicio, saber si hay que reservar o no…
Sin embargo, cuando se viaja en grupo cerrado difícilmente tienen todos los mismos intereses. Obviamente nos estamos refiriendo a grupos muy numerosos y que no son especializados. Un grupo de 15 estudiantes de arte es un grupo cerrado y probablemente tengan el mismo interés.
Todo este tipo de situaciones que hemos descrito hasta ahora nos llevan al tema principal del post, la diferencia entre lo que denominamos público cautivo y no cautivo. El problema principal es que suele haber de los dos tipos en todos los grupos. Por ejemplo: yo llevo a mi pareja a una visita guiada y, aunque aparentemente ambos tengamos mucho interés, él resulta ser un público cautivo porque el tema no le hace especial ilusión y viene porque yo se lo he propuesto. Cuántos hijos vienen a una visita de un viaje organizado porque se lo pagan sus padres…muchos de ellos son público cautivo.
Conclusión: El guía tiene que saber manejar la situación y deberá intentar que todos se interesen por su visita y disfruten con ella. Tendrá que adecuar su discurso a todos los niveles, a los que saben más y a los que saben menos y, sobre todo hacerla divertida e interesante para captar a ese público para que sientan que no han perdido su tiempo empleándolo en escuchar al guía.