Ya sabéis lo que dice el refrán: una imagen vale más que mil palabras. Y para las visitas guiadas también 😉
Podemos utilizarlas para tantas cosas…
- Acercar al público algo que está muy lejos para que lo pueda apreciar mejor
- Hacer entender el funcionamiento de una máquina
- Enseñar un lugar al que no se puede acceder
- Mostrar como era un lugar o un monumento en otras épocas
- Enfatizar la importancia de un detalle concreto…
Vamos, que la utilización de imágenes y fotografías en las visitas guiadas es, en mi opinión, fundamental. En este post os comentaba que hoy en día podíamos valernos de un tablet para mostrar imágenes a nuestros visitantes, pero como esta tecnología no tiene por qué estar al alcance de todo el mundo, una simple fotografía o impresión (de impresora vamos, ;P) también nos puede resultar útil.
Como os he comentado en otras ocasiones, el guía que trabaja en un museo puede valerse de los paneles explicativos que se encuentren dentro de dicho equipamiento pero el que trabaja “en la calle” puede necesitar una imagen en un determinado momento para explicar algo.
En mi caso, he utilizado varias veces imágenes en las visitas guiadas por la ciudad de Alicante: un dibujo del antiguo trazado de las murallas, una foto de la Cara del Moro para indicar claramente los rasgos del rostro… sinceramente, es la mejor manera de que una persona entienda lo que estás explicando. Se prepara una carpetita con las fotografías más importantes y nunca se va a trabajar sin ella!!
Recuerdo que, en una de las ocasiones en las que participé en las visitas guiadas de Granada organizadas por Cicerone Granada, uno de sus guías enseñaba una postal (una postal!!) que era un holograma y, cuando la movía, mostraba una antigua puerta en la carrera del Darro (creo recordar) ya desaparecida y el mismo lugar actualmente. Pocas cosas habrá más sencillas y más ilustrativas.
Muchas veces sólo hace falta una imagen impresa y plastificada que pueda ir pasando por el grupo para observarla más detenidamente, tanto en la calle (durante la explicación en una de las paradas) o mientras se desplaza al grupo en un autobús. Tengo una amiga que es guía correo y que cuando está por Holanda y habla de la familia real holandesa pasa por el autobús una foto de la revista “Hola” plastificada para que la gente ponga cara a las personas de las que está hablando.
Pues eso, que a lo que no os hayáis iniciado en la utilización de imágenes en las visitas guiadas os lo aconsejo encarecidamente… toda información se fija y se comprende mejor con una imagen. Además, el hecho de mostrar fotografías durante las visitas guiadas le supone un mínimo esfuerzo al guía y es algo que los visitantes suelen agradecer, por un lado porque rompe la posible monotonía de la visita y, por otro, porque no todos los guías lo hacen, y eso te puede ayudar a diferenciarte del resto.