(Aprovechando que hoy es el Día de Acción de Gracias en Canadá he sacado unos minutillos para publicar un post… espero que os guste!!!)
El Art Gallery of Ontario es el museo de arte más importante de la ciudad de Toronto y uno de los más importantes de Canadá. Durante todo el año, los miércoles a partir de las 6 de la tarde este museo abre sus puertas de manera gratuita para que todo el que quiera pueda disfrutar de la colección permanente hasta las 8.30. Hasta ahora no había podido ir a esas horas, porque el trabajo me lo impedía, pero aprovechando el tiempo libre del verano le he dado un par de oportunidades.
Cuando accedes al museo hay unas pantallas gigantes indicando que hay visitas guiadas gratuitas a las 7 de la tarde y cuando accedes a la recepción principal del museo te encuentras con un cartel gigante que dice: “Tours start here” e indica qué es lo que debes hacer. Vamos, que es un servicio que está publicitado claramente.
Unos 10 minutos antes de que empiecen las visitas, los guías van llegando uno a uno. Sí, habéis leído bien, los guías, porque hay varias visitas y cada uno puede unirse a la que quiera. Cada guía está especializado en un tema: Canadian Art, European Art, Sculptures, Contemprorary Art… cada uno saca el cartel de su visita y tú te presentas al guía y te unes al grupo. Lo bueno que tiene que haya tantas visitas es que eso te invita a que vayas otro día, porque puedes participar cada miércoles en una diferente.
Los guías son todos voluntarios y por tanto están dispuestos siempre a la conversación con los visitantes. En esos 10 minutos, amables y sonrientes, intentan aconsejarte sobre la visita en la que deberías participar en función de tus gustos. Una vez que se ha formado más o menos el grupo y mientras se espera a que se una alguien más, el guía aprovecha para preguntar si hemos visitado el museo previamente y si hemos participado en alguna otra visita.
Las visitas están planteadas para durar 25 minutos, aunque por mi experiencia se alargan un poquito más. Ya os aviso que las visitas (porque he participado en dos) me parecieron un poco pobres, pero es que en 25 minutos poco se puede hacer, sólo con los desplazamientos dentro del museo se va la mitad de la visita. De hecho, durante el recorrido el guía se detiene y explica unas 5 o 6 piezas, no más.
La verdad es que desconozco cuál es la formación profesional de estos guías voluntarios y si son ellos los que diseñan las visitas guiadas o si el propio museo es quien las establece e indica el discurso que el guía debe relatar. También desconozco quién escoge las piezas que se van a mostrar, porque sé que el museo tiene mejores piezas que las que se mostraron en la visita.
Una de las cosas que no me gustó mucho es que en las visitas guiadas puede participar todo el que quiera, esté en el punto de encuentro o se encuentre al guía en la mitad de la visita. Los guías animan a que la gente se una por el camino y eso da sensación de descontrol y de “libre albedrío”. La gente se unía y separaba del grupo y los guías parecían estar habituados. A mí eso de que el guía explique esté quien esté no me convence mucho.
En mi opinión, estas visitas se crearon con la intención de ser una aproximación al arte del AGO, sin profundizar mucho. Quizás por eso son tan cortas, porque es una actividad planteada para después del trabajo y la gente no quiere comprometerse durante mucho tiempo. Me gusta la idea de que las visitas estén planteadas con una duración corta, parece que buscan un ambiente más distendido.
La verdad es que en general la experiencia ha sido muy positiva, es un servicio con una concepción diferente a lo que yo entiendo por visita guiada, pero la gente que participó parecía estar encantada. Además, está planteado como una actividad de disfrute para después del trabajo y eso me parece estupendo. Sin duda, intentaré ir siempre que pueda, aunque con las clases va a estar complicado…
P.D. El AGO tiene wifi en la entrada y en algunas salas, y además bastante potente porque te permite descargar su aplicación de 50 megas en tan sólo unos segundos. La aplicación incluye un par de visitas audioguiadas, que aunque no son nada del otro mundo, pueden ser utilizadas durante la apertura del museo.