Hace aproximadamente un mes leía esta noticia en Twitter: “Robots have started conducting tours at the National Museum of Australia”. Os podéis imaginar mi cara de asombro y estupefacción… lo primero que pensé fue: vaya, por fin alguien ha descubierto la manera de prescindir del guía!!! Así que ni corta ni perezosa me puse a investigar sobre el tema (investigación que ha durado un mes, como siempre, por falta de tiempo).
No podemos negar que se trata de una iniciativa novedosa llevada a cabo por el Museo Nacional de Australia. El proyecto se llama “Museum Robot Project” y parte de la base de que hay muchos niños en edad escolar que no pueden visitar el museo por vivir en entornos rurales así que desde sus escuelas y bibliotecas pueden visitar el museo de manera online.
Se trata por tanto de una iniciativa orientada al ámbito escolar. Queda patente que estos robots y las apps para dispositivos móviles (de las que tanto oímos hablar últimamente) son complementarias, por supuesto que no excluyentes, y dirigidas a ámbitos y públicos bien diferentes.
Tenéis que ver los robots: tienen forma de peón de ajedrez gigante, se desplazan solos, llevan una cámara panorámica que gira 360º, funcionan con el sistema wifi recién instalado en el museo… aquí podéis ver un breve vídeo que muestra cómo funcionan.
Me he llevado una grata sorpresa al descubrir que no son los propios robots lo que interactúan con los escolares, sino que hay un educador/guía al otro lado del aparato. Ufff menos mal, lo que a priori parecía ser el ocaso de una profesión sustituida por un robot se ha convertido en una reivindicación de la figura del guía/educador pero con la realidad palpable de que necesita ser actualizada para poder hacer uso de lo que la tecnología pone a nuestro alcance.
Esto es a lo que me refería yo cuando hablaba de la necesidad de diseñar visitas guiadas diferentes y empezar a utilizar las nuevas tecnologías para desempeñar nuestra labor como guías turísticos. Obviamente, este tipo de “aparatos” sólo están al alcance de las grandes instituciones y financiados de manera pública, como es el caso de este proyecto. Sin embargo, podemos hacer uso de las tablet que tan integradas están en nuestro día a día para hacer que la gente disfrute de la cultura de manera más interactiva.
Estoy segura que esta primera iniciativa orientada a un público en edad escolar traerá más adelante el desarrollo de visitas guiadas de este estilo para cualquier tipo de público. ¿Os imagináis poder participar en una visita guiada del Louvre desde nuestra casa de manera online?
Y digo yo, ¿qué sentirá la guía trabajando con un robot? Tiene que ser toda una experiencia!!! ¿Cómo será trabajar sin que tu público esté directamente frente a ti? Y menudo público, los escolares, el más exigente!!!
Si queréis saber más sobre este proyecto os dejo un enlace a la página del Museo Nacional de Australia, donde podréis encontrar más información al respecto. Ojalá pudiese hacer una escapadita a Camberra para verlos actuar en directo!!!
Cualquier opinión al respecto será bien recibida en los comentarios… 😉